marzo 13, 2010

Confía en tus propias habilidades!

Confía en ti mismo!

Linda frase. Pero qué difícil ponerla en práctica, ¿CIERTO?

La semana pasada se iniciaron las clases en la Universidad de Costa Rica, y personalmente creo que la mayoría pasamos por la etapa inicial de cada semestre en la cual nos preguntamos si en realidad seremos capaces de pasar todos los cursos que hemos matriculado.

Gente, la verdad es la siguiente, no lo sabemos, no sabemos todavía si vamos a aprobar todos los cursos o no, pero antes de hiperventilar podemos tomar algunas precauciones. Tampoco es mi intención listar cuántas horas estudiar, cuáles días de la semana sacrificar (creo que todas las y los estudiantes somos consientes que estar en la universidad no es como estar el colegio, al menos esa es mi opinión); simplemente creo que la única salida es el cambio de actitud. Y si existe este cambio, automáticamente se sabrá que cosas debo hacer bien, qué cosas estoy haciendo mal y qué cosas debo mejorar. Que cada uno se juzgue a sí mismo.
Ahora, después de que sabemos qué cosas debemos cambiar, entramos en conflicto con nuestra confianza en nosotros mismos. ¿Por qué matriculé tantos cursos?, ¡¿25 créditos?!, ¿en qué estaba pensando?!, entre otras famosas interrogantes. Dejando de lado los X cursos que lleven se debe confiar que todo va a salir bien, gente, por algo entraron a la universidad, por algo ustedes están en la carrera que están y otras personas no lo lograron. Bienvenida LA CAPACIDAD. Nos pertenece a todas y todos, en ella es en quien debemos confiar y no es esa personas que nos dicen “¿Por qué matriculó eso?”, “¿Está loco? Yo casi me quedo”, “Química y diversión no son equivalentes”, “¿Y su vida social?”.

En fin, está en cada uno de nosotros decidir a quién escuchar, en quien confiar, en esas voces o en la nuestra, que muchas veces es interior a menos que les guste hablar con ustedes mismos en voz alta (a mí me sucede a veces). CONFÍEN EN USTEDES MISMOS.No sólo en la universidad o en sus trabajos, sino en sus vidas diarias. Díganse que ustedes pueden hacerlo. No nos vamos a arrepentir cuando los triunfos se hagan ver.