abril 13, 2010

¿Doble personalidad? ¿Sólo cuando conviene? ¡No, gracias!

He estado pensando por qué las personas se comportan diferente dependiendo de la situación en que se encuentren. Yo sé que a veces es casi imposible no comportarse diferente si por ejemplo estamos en la Iglesia, en una reunión seria que cuando estamos con los amigos o conocidos. Pero, ¿por qué comportarse diferente cuando no hay ningún motivo de por medio más que el de que querer ser alguien diferente dependiendo de las circunstancias?

Mucho se habla de la originalidad y esencia de una persona, la cual la caracteriza, etc., pero qué cosa más horrible es ver a una persona comportarse diferente por el nuevo ambiente donde se encuentra o por su nuevo círculo de amigos. Mi pregunta es, ¿qué es lo divertido en eso? ¿O sea, que ahora que estoy en un nuevo ambiente mi personalidad debe cambiar? ¿Es eso lo que sucede con muchas personas? Porque sinceramente me gustaría saber la respuesta.

Yo me pregunto, si una persona toda su vida se comportó de una manera, ¿por qué cambiar justo ahora?, no les ha pasado que ven a alguien que empieza a actuar diferente y ustedes se preguntan “Ok, ¿y est@ quién es o que le sucede?”…Porque si no les ha pasado, espero nunca les ocurra.

No es más “cool” hablar diferente a como lo hacías, no es más “cool” tener un léxico lleno de palabras extrañas que no usabas, no es más “cool” asistir a lugares y hacer cosas que antes no te gustaban sólo porque los demás lo hacen. No hay nada más bello que una persona que conserva su personalidad original, esa que l@ hizo divertid@ y únic@.

También sé que por diversas situaciones de la vida, nosotros tenemos que cambiar o mejorar nuestro carácter, marcar más nuestra personalidad pero para bien, para que junto con la madurez que vayamos almacenando poder ser mejores y tener un pensamiento critico hacia las cosas para diferenciar lo que nos va a servir en la vida y lo que mejor desechamos antes de que nos la amargue. Sin embargo, esto no significa cambiar cómo soy yo internamente. En mi opinión, los valores deben permanecer, así como esa originalidad que se nos fue dada desde el principio, y la que me diferencia de los demás.