¿Qué sucede con la gente a veces?

Simplemente NO se puede juzgar a los demás por las apariencias. Qué difícil es hacerle entender eso a la gente.

A veces pienso que algunas personas están como en uno en un estado de ensueño, cegados por lo que son las apariencias. ¿De veras una persona importa más por como viste?, ¿Es menos importante esa persona porque no va a la universidad como yo?, ¿Soy yo más importante porque hablo y tengo mejor léxico que él o ella? Esas interrogantes deberían llevarnos a reflexionar acerca del tema. Creo que las personas que se encuentran en la situación de creerse más que los demás simplemente porque sí deberían considerar su comportamiento.

Es una discriminación completamente alejar a alguien por las apariencias. ¿Y qué pasa si esa persona es buena, divertida, amable, en fin, un compañero o compañera de esos que se vuelven verdaderos amigos y conservan para siempre?, ¿Qué pasa si por las estúpidas apariencias no valoramos lo estupenda que puede ser una persona? En mi opinión, yo lo lamentaría.

Démosle una oportunidad a esa persona, no sé si mucha gente se da cuenta, pero no todas las personas son privilegiadas de contar con una amistad, a veces la gente necesita sentirse importante y querida, tomada en cuenta.

La gente nunca sabe si con un simple gesto de saludo se entabla una amistad, la gente nunca sabe lo que el destino le depara acerca de la amistad. Cómo ejemplo propio he tenido varios tipos de amigos, esos que todavía están ahí, otros que no lo están por la distancia, otros que sin importar la distancia se acuerdan de mí, otros que ya ni los veo (probablemente estos podrían pasar de Amigos a Conocidos nada más, les calza más), esos que empiezo a conocer, etc. Cada uno de ellos con defectos, con cualidades extraordinarias, con comportamientos extraños, con personalidades hermosas, cada uno diferente a su manera, y aunque por circunstancias de la vida esas diferencias de la vida los hagan a unos “más amigos”, no es razón para querer a uno más que otro. Ninguno es mejor que otro, porque cada uno es único.

En fin, pongan en práctica conocer a una persona cada cierto tiempo, puede resultar en una amistad, en una mala cara, o en absolutamente nada, pero lo bueno es tratar. Yo lo he hecho, y ha funcionado. Dejen de lado esos pensamientos como: “Es que es muy seri@”, “Es que se ve extrañ@”, “Es que casi no habla”. No permitan que las apariencias los atajen.